- Hermano, por favor apaga la radio, porque como dice el Sagrado Corán no puedo escuchar música, porque en la época del Profeta no había música occidental, que es la música de los incrédulos.
El taxista apagó amablemente la radio, detuvo el taxi y le abrió la puerta. Zakir le preguntó: - Que estas haciendo hermano ? El taxista respondió cortésmente:
- En tiempos del Profeta: no había taxis, ni bombas, ni altavoces en las mezquitas, ni atentados suicidas. Así que cállate, sal y espera a que pase un camello.