No estoy de acuerdo en cómo maneja el pais

En Estados Unidos –decía el americano–cualquier ciudadano puede ir al Salón Oval, pegar un puñetazo en el escritorio y decirle a Reagan: Señor presidente, no estoy en absoluto de acuerdo en cómo maneja usted el país”. Y el ruso: “Igual que en la Unión soviética”. “¡Qué me estás diciendo!”, dice el americano con legítima desconfianza. “¡Por supuesto! –contestaba el ruso– aquí cualquier ciudadano puede ir al Kremlin, dar un puñetazo en el escritorio de Gorbachov y decirle: Camarada Secretario General, no estoy en absoluto de acuerdo en cómo Reagan maneja su país”.