Estaba un loro parado y todos los días pasaba una señora y le decía:
— Adiós PUTA
Al dia siguiente:
— Adiós PUTA
La señora enfadada le contesta:
— Me vuelves a decir PUTA y te pinto todo de negro
Al dia siguiente el loro le dice:
— Adiós PUTA
La señora se emputó y lo pintó de negro ...
Al día siguiente estaba el loro parado y pasó de nuevo la señora y la señora le dice:
— ¡Loro marica! Como ya te pinté, ya no dices nada
Y el loro contesta:
— Cuando estoy de Smoking no hablo con putas.